miércoles, 17 de agosto de 2011

La ciudad silenciosa


Anoche mientras toda España se rendía al triunfo de una selección y el grito de ¡Podemos, nosotros somos españoles! recorría la mayor parte de nuestra geografía, en algunos rincones, había personas que regalaban conversaciones a otras ávidas de escucharlas. En una terraza, donde prefieres pasar las horas calurosas de la noche, con una luz tenue, una buena música y una copa de sidra, un amigo, me regaló una de esas conversaciones que van a permanecer en mí.
-        ¿Crees en el amor verdadero?
-        Sí
-        ¿Sí?
-        Sí, creo que no es un mito, que existe, lo he visto. Pero que es como la lotería, hay personas a las que les toca y otras a las que no.
-        No sé
-        Da igual que no sepas, existe. Por ahí anda tu media langosta
Sonrío.
-        Sí, he tenido muchas relaciones. Pero en todas he notado que no eran, faltaba algo. Hay personas que se conforman, que encuentran algo, algo parecido y en eso se quedan, por muchos motivos.
-        ¿Tú crees que es bueno conformarse?
-        Mírame, estoy solo. No me he conformado. ¿Te he respondido?
El silencio se hizo. Lo miré. En ese momento me di cuenta que la calle estaba también en silencio. Las bocinas, los gritos de la gente celebrando la Eurocopa, la música que había puesta ya no se escuchaba, sólo sus palabras.

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