miércoles, 24 de octubre de 2012

PEQUEÑAS CONVERSACIONES


Fragmentos breves de conversación entre un padre y una niña de 6 años.

Fragmento I

Papá: Madre mía, mira que gordita está mi niña
Niña: ya vale no, no me digas más esos
Papá: (en tono cariñoso, acercándose y tocándole la barriga) pero mira que dura tiene la barriguita, qué hermosa. Si es que te estás poniendo muy gorda.
Niña: no me digas más gorda (cada vez más enfadada)
Papá: creo que ya no vas a poder comer más chocolate ¡gordita!
Niña: (cruza los brazos, frunce el ceño) Como me digas más veces gorda cuando seas mayor ya no te voy a cuidar.

Fragmento II

Papá: venga, termina los deberes, pero sin salirte
Niña: ya voy (mirando la tele, sin hacer caso del padre)
Papá: qué te he dicho, siempre es lo mismo, venga, que luego llevas los deberes muy mal hechos a la escuela.
Niña: ya voy (con el mismo tono de dejadez)
Papá: ya no vamos al cine a ver la película y no te voy a ayudar más en los deberes como no prestes atención
Niña: Papá, (con los brazos cruzados enfadada) como sigas así ya no voy a ser tu hija favorita, aunque me lo digas y me llames princesa.  

miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Niña quieres un refresco? II


Hombre: ¿Niña quieres un café? 
Niña: No, disculpe, voy al trabajo, llego un poco tarde
Hombre. Ten cuidado y no trabajes mucho, porque ahora están rebajando los sueldos
Niña: no, si llevo sin cobrar x meses
Hombre: ¿y vas a trabajar? 
Niña: ¿qué remedio? 
Hombre: pues no trabajes mucho

He corrido porque llegaba tarde al trabajo y me he quedado pensando cuando podré sacar tiempo para tomarme un café con este hombre. Me apetece. También me he puesto a pensar. ¿Qué te hace estar en un lado o en otro? Últimamente creo que estoy a un soplo de caer en ese lado. Al salir lo he vuelto a ver.


Hombre: ¿Ahora sales? 
Niña: Sí
Hombre: ¿tienes tiempo para ese café? 

 Por un instante he dudado.  Al fina ha podido el sí, no tenía nada que perder y lo estaba deseando.  
Ha sido una tarde agradable. Me ha contado su historia; por qué pide, la primera vez que lo hizo, qué quiere, ... ha sido muy bonito. 
Lo mejor cuando me he despedido de él. 

Hombre: niña, lo que necesites, ya sabes dónde estoy, que a veces tienes la cara muy triste. 

Le he agarrado la mano. Le he dado las gracias. He vuelto a casa con una sonrisa. 

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Niña quieres un refresco?


Llevo compartiendo mi recorrido diario cuando voy al trabajo con un anciano que vive en la calle. Hemos llegado a compartir cierta intimidad: él conoce las conversaciones que mantengo por el móvil con mi padre, yo sé donde duerme, donde come y como se lava. Durante el primer mes sólo era yo quien lo miraba, el segundo éramos los dos, un día me atreví a saludarlo, hoy hemos hablado. Ha querido invitarme a un refresco. Una pena porque llevaba prisa para ir al trabajo. Hemos quedado para la próxima vez. Siento curiosidad por preguntarle sobre su vida. Cada vez que lo veo me pregunto qué situación lo habrá obligado a vivir en la calle, si no habrá alguien en cualquier lugar que lo esté esperando. Me gustaría escuchar su vida e imaginado tantas opciones. 

Pero sobretodo, hoy, me ha dado una gran lección. Él puede invitarme a una Coca Cola, yo no puedo decir lo mismo. Hay muchas formas de vivir siempre que se esté vivo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

La ciudad silenciosa


Anoche mientras toda España se rendía al triunfo de una selección y el grito de ¡Podemos, nosotros somos españoles! recorría la mayor parte de nuestra geografía, en algunos rincones, había personas que regalaban conversaciones a otras ávidas de escucharlas. En una terraza, donde prefieres pasar las horas calurosas de la noche, con una luz tenue, una buena música y una copa de sidra, un amigo, me regaló una de esas conversaciones que van a permanecer en mí.
-        ¿Crees en el amor verdadero?
-        Sí
-        ¿Sí?
-        Sí, creo que no es un mito, que existe, lo he visto. Pero que es como la lotería, hay personas a las que les toca y otras a las que no.
-        No sé
-        Da igual que no sepas, existe. Por ahí anda tu media langosta
Sonrío.
-        Sí, he tenido muchas relaciones. Pero en todas he notado que no eran, faltaba algo. Hay personas que se conforman, que encuentran algo, algo parecido y en eso se quedan, por muchos motivos.
-        ¿Tú crees que es bueno conformarse?
-        Mírame, estoy solo. No me he conformado. ¿Te he respondido?
El silencio se hizo. Lo miré. En ese momento me di cuenta que la calle estaba también en silencio. Las bocinas, los gritos de la gente celebrando la Eurocopa, la música que había puesta ya no se escuchaba, sólo sus palabras.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Jamones para una crisis


Érase una vez un pequeño pueblo donde vivíia un mecánico especializado en maquinaria industrtal. Este mecánico trabajaba para empresas muy importantes y muy lejanas de su pequeño pueblo, tenía 3 hijos y una mujer a la que mantener. También a su cargo estaban las familias de sus 6 trabajadores. Para él era mucha responsabilidad, se levantaba todo el día cuando el sol aparecía en el horizonte y siempre era el último en cerrar el negocio. Un día, como otro cualquiera, apareció la malvada CRISIS por su lugar de trabajo. Había escuchado hablar de ella pero él siempre pensó que nunca llegaría. Estaba muy equivocado, la malvada CRISIS no iba a dejar títere con cabeza, ni con pies, ni con manos, ni con nada. Nuestro mecánico vio como cada vez entraba menos gente a su taller, como había menos empresas a las que trabajar, el dinero tardaba en llegar y no podía pagar a sus trabajadores, ni invertir en su empresa. El mecánico no sólo pasaba los días encerrado en el taller también las noches, no dejaba de darle vuelta a las cosas, de pensar cómo encontrar la solución. Llamó a todos aquellos que le debían dinero, a los que él les había prestado, pero nadie lo podía ayudar, parecía que la malvada CRISIS había afectado a todos los sectores y los lugares. Cuando ya había perdido la esperanza, cuando pensaba que ya tenía que cerrar su negocio, recibió una llamada.

-          Buenas noches, por favor, con el señor mecánico de un pequeño pueblo
-          Hola, sí soy yo, dígame en qué puedo ayudarle
-          Encantado, señor mecánico, soy Fulanito de Tal, no sé si recordará, pero hace tiempo usted nos arregló nuestra maquinaria y todavía no hemos podido pagarle
-          Sí, no se preocupe, creo que vamos a cerrar , así que su deuda estará pagada
-          No señor, queremos pagarle, pero no tenemos dinero, ¿le importa que le paguemos en jamones?
-          ¿En jamones?
-          Sí en jamones, todas las semanas recibirá un camión de jamones hasta que paguemos nuestra deuda
-          ¿ y qué hago con los jamones?
-          Pues lo que quiera, cámbielos por otra cosa. Mañana recibirá nuestro primer camión de jamones

El mecánico pasó toda la noche dando vueltas pensando en qué iba a hacer con los jamones, ¿para qué quería él tanto jamón?. Al día siguiente esperó en su taller, la jornada estaba llegando a su fin y el camión no aparecía, quizás todo había sido un sueño raro. Pero cuando el sol ya estaba desapareciendo, se escuchó el rugir de un motor que no era del pueblo, y por la pendiente de la última cuesta, se divisó el humo que iba dejando el camión cargado de jamones. Allí estaba el mecánico parado en la puerta de su taller, con kilos y kilos de jamones y sin saber qué hacer.
Después de meditarlo mucho, con varios paseos nocturnos y varias almohadas inclusive, llegó a una conclusión. Reunió a todos sus empleados, y les preguntó si podía pagarles en jamones, ellos dijeron que sí, al menos tendría algo que comer. Cuando les hubo pagado a los empleados, fue preguntando a otras personas a las que le debía si podía pagarle en jamones, estos le dijeron que sí. Y puntualmente nuestro mecánico recibía su camión de jamones, jamones que él empleaba también para pagar sus deudas. Cuando sus deudas estuvieron pagadas, y seguían llegando jamones empezó a venderlos a precios más baratos entre los habitantes de su pequeño pueblo. El dinero que obtenía lo invertía en su negocio, poco a poco pudo tener maquinaria más novedosa, pagarle a sus empleados, e incluso, ¡contratar más mano de obra!
Otra de esas noches en las que se quedó solo en el taller. Volvió a recibir otra de esas llamadas extrañas.
- Buenas noches, por favor, con el señor mecánico de un pequeño pueblo
- Hola, sí soy yo, dígame en qué puedo ayudarle
-  Hola, soy Fulanico de Tal. Le llamamos para informarle que mañana recibirá nuestro último camión de jamones, ya hemos pagado nuestra deuda.
- Pero no pueden, ¿ahora que hago yo sin jamones?
- No sé señor, nuestra deuda está pagada
- ¿ Y no podemos llegar a un acuerdo?
- ¿ A un acuerdo? Pero si ya tenemos un acuerdo
- Bueno, pues a otro acuerdo. Yo quiero seguir recibiendo jamones y usted querrá que le siga arreglando las máquinas ¿no?

Y así después de mucho conversar, el mecánico y el señor Fulanito de Tal llegaron a un acuerdo.

Con ese trato el mecánico, el señor Fulatino de Tal  y un pequeño pueblo pudieron hacer frente a la malvada CRISIS, todos comieron jamones felices. La CRISIS  viendo que no podía asustar más a esta población huyó en busca de otros personajes a los que asustar e intimidar.

¡Ten cuidado por si llega a tu localidad!

miércoles, 21 de julio de 2010

Inteligencia Artificial

El sábado pasé la tarde viendo una película de las que no suelo ver, Inteligencia Artificial. Reconozco que me gustó, disfruté mucho y me pareció que realizaba unos planteamientos muy interesantes sobre algunas cuestiones. 

La primera de ellas es cuando surge el tema de crear máquinas con la capacidad de amar, de un amor sin límites. Entonces te ves planteando también la pregunta en tu interior si a la vez que se crea el amor sin límites es capaz de crear también el odio sin límites. Teniendo en cuenta que definimos por opuestos, ¿si el ser humano conoce el amor es capaz también de conocer el odio? Y si se le implanta a una máquina, ¿se implanta por separado? La siguiente pregunta que me asaltó es cómo lograran “crear” ese sentimiento, ¿qué procedimientos se emplea? ¿Al igual que se le puede implantar a una máquina se le puede implantar a una persona? 

Pero la historia no sólo plantea estos temas sino que también hace una comparativa entre el amor incondicional al amor más frío y egoísta. Es muy bonita la relación entre ellos, viéndolos cogidos de la mano y cómo se van ayudando para sobrevivir. 

Sin embargo, la película todavía continúa planteándonos más cuestiones, el concepto del ser único. El momento en el que el protagonista ve como existen múltiples copias de él, ¿qué es lo que lo hace especial?, al fin y al cabo su amor ¿no es el mismo que el de todas esas copias? 

Y la película se acerca a su final, dando una nueva vuelta y mostrándonos que al fin y al cabo todo es una revisión del cuento de Pinocho. Y te encuentras la imagen de un muchacho que pide ante un hada que se le cumpla su sueño. Y es eso lo que lo hace único, y lo que demuestra que es más humano que cualquiera de su especie, ya que lucha por seguir su sueño. 

Y de nuevo, cuando ya creemos que llegamos al final, más temas que plantearnos, la clonación, la relatividad del tiempo, la pérdida del ser querido y lo mejor de todo, que la copia pasa a convertirse en original. 

De todo con qué te quedas, con la imagen de los dos en la cama, cuando el día ha finalizado, cuando duermen y viajan al lugar donde se crean los sueños, ese momento, con las manos cogidas. Y te encuentras a ti mismo pidiéndole al hada azul o cualquier ente, un día como el de él, un día en el que puedas abrazar a la persona que has perdido. Te da igual el amor incondicional, la capacidad de odio, si somos seres únicos o no, o las otras cuestiones filosóficas, al final, sólo quieres un día así, un solo día. 

lunes, 19 de abril de 2010

Revisión de los superhéroes

Ayer terminando de ver Batma Begins, pensé en los superhéroes. 
Recordé los que conozco Superman, Spiderman, Catwoman, los 4 fantásticos, X-man,Hulk, etc y todos ellos tenían que ver con una mutación que los hacía superiores al ser humano, les daba un don que los hacía pasar a ser como de una raza superior. 
Pero viendo Batman, te das cuenta que es el único superhéroe que es una persona nolman y corriente, siempre hablando de los que conozco, imagino que habrá muchos más que se me escapan. 

Y Batman te hace reflexionar. Un chico al que matan a sus padres y que ese trauma o herida consigue superarla y reinventarse. Lo mejor de todo, es el mensaje que transmite, una persona cualquiera que puede llegar a ser un superhéroe, y que para ser superhéroe no hace falta volar, trepar por las paredes, doblar hierros gigantescos, sino simplemente hacer lo que uno considera justo. 

También te hace pensar en el lado oscuro que tiene el personaje de Batman, quizás sea uno de los superhéroes donde la línea del bien y del mal se cruza y mezcla muchas veces, donde a veces sus intereses personales están por encima del bien común. Pero al fin y al cabo no hemos de olvidar que Batman  es un ser humano, como cualquier otro, donde el lado oscuro está presente, la cuestión es saber enfrentarse a él y tomar la decisión correcta. 

Cuando terminas de ver o leer a Batman tienes otra sensación en la mente, una sensación más positiva, quien sabe de si entre nosotros surgirá pronto un superhéroe que nos haga volver a creer en un mundo mejor.